Nefrología

Los pacientes en diálisis tienen tendencia a acumular líquidos en el período interdiálisis. Así, su ratio de agua extraceluar es más alto que el de una persona sana.

Gracias a la medición directa del agua corporal el profesional de la salud obtiene una medición objetiva de fluidos post dialisis que permite guiar el control del peso seco y prevenir la hipervolemia e hipovolemia.

El analizador de agua corporal BWA (InBody) incorpora en el display la calculadora para el control de agua que permite al especialista ajustar la proporción de AEC objetivo en función del estado de hidratación y la presencia de hasta tres comorbilidades en el paciente renal (diabetes, hipoalbuminemia y/o desnutrición).

InBody S10 también aporta el peso seco objetivo en la sección de ‘Control de agua’ de su informe de agua.

InBody también permite identificar problemas circulatorios. Los problemas circulatorios y de flujo sanguíneo son habituales en el paciente en diálisis, por ello resulta fundamental el análisis segmental de desequilibrios hídricos. Además, determinados pacientes, como el diabético, tendrán un mayor riesgo de sufrir estas complicaciones.

InBody permite marcar los accesos vasculares para vigilar su evolución y prevenir complicaciones derivadas.

La relación AEC proporcion al médico un mejor indicador de las complicaciones relacionadas con la diálisis y la posibilidad de prevenir accidentes cerebrovasculares además de ofrecer un seguimiento de la progresión de la enfermedad y de la eficacia del tratamiento.

El paciente en diálisis presenta un alto riesgo nutricional. Por ello, requerirá de una estricta gestión de la dieta (calorías consumidas, ingesta de proteínas, restricción de sodio...), además de una evaluación nutricional continua.

Con la antropometría o la bioquímica pueden no detectarse algunos cambios a nivel corporal. Sin embargo, el análisis de composición corporal por bioimpedancia (DSM-BIA) puede anticiparse a una atrofia muscular debida a factores como un bajo filtrado o a la uremia.

Identificar cambios en la composición corporal permite a los dietistas y nutricionistas ajustar los planes de nutrición y tratamiento y educar a los pacientes sobre la importancia del equilibrio entre la masa muscular y la grasa; entre otros destacados marcadores nutricionales como el ángulo de fase, el índice de masa del músculo-esquelética (IMMEA) o la masa celular corporal (MCC).