Fisioterapia

El deterioro en la movilidad o función muscular tras una lesión o cirugía puede generar desequilibrios hídricos y alteraciones en la distribución de líquidos corporales, lo que puede interferir en la recuperación.

El edema generalmente localizado, limitado a un solo miembro o a parte de un miembro, dependiendo de la extensión y gravedad de la lesión. En este contexto, la medición precisa de los líquidos corporales es crucial para el fisioterapeuta, ya que permite detectar de forma temprana desequilibrios hídricos que pueden no ser visibles a simple vista y que comprometan su evolución clínica y readaptación.

Los analizadores de composición corporal InBody permiten medir el índice de edema a través de la Ratio de Agua Extracelular Segmental y la salud celular mediante el Ángulo de Fase Segmental. Estos parámetros ofrecen una evaluación objetiva y precisa del estado de los tejidos en cada etapa de la readaptación, ayudando a personalizar el tratamiento y optimizar la recuperación del paciente.

La evaluación de la fuerza de agarre y de la fuerza flexora y extensora de las piernas se emplea en fisioterapia para valorar el progreso del paciente y ajustar los programas de rehabilitación. Estos parámetros son indicadores clave de la función muscular general y se utilizan para dar seguimiento a la evolución de la recuperación tras lesiones, cirugías o determinadas condiciones musculoesqueléticas.

El dinamómetro digital In-Grip (InBody) y el analizador de fuerza en las piernas LS-Strength (InBody), permiten medir de manera precisa la fuerza máxima de agarre y la fuerza muscular absoluta y relativa de las piernas (derecha e izquierda).

Mediante el seguimiento continuo de estos parámetros, es posible valorar la evolución el paciente, así como detectar posibles asimetrías que requieran ajustar los programas de la manera más efectiva, optimizando la recuperación de la fuerza y la funcionalidad en los pacientes y asegurando una reintegración exitosa a su vida diaria.

La optimización del rendimiento deportivo, especialmente en el deporte de alto rendimiento, requiere la realización de evaluaciones físicas detalladas para identificar debilidades y desequilibrios musculares, así como del diseño de programas de entrenamiento específicos dirigidos a mejorar la fuerza, la resistencia y la flexibilidad. Además, resulta fundamental la implementación de estrategias de prevención de lesiones.

Para ello, el análisis de la composición corporal mediante impedancia bioeléctrica InBody (DSM-BIA) se presenta como un método idóneo para obtener una visión integral del estado de salud del deportista de manera no invasiva, rápida y sencilla. Este enfoque permite la recopilación de relevantes datos de salud, como el Ángulo de fase segmental, el Agua corporal intra y extracelular segmentales, la Masa libre de grasa segmental o la distribución de la masa grasa segmental, lo que proporciona a médicos y/o fisioterapeutas una base sólida para establecer medidas de mejora en el rendimiento físico.

La aplicación de estas herramientas se traduce en programas de entrenamiento más efectivos y personalizados, que abordan las necesidades individuales de cada deportista y optimizan su rendimiento en el deporte, adaptando incluso su composición corporal a cada disciplina o especialidad.